domingo, 16 de febrero de 2014

¡Preparados! ...¡¡Fuego!!...¡Apunten!. Revisitando paradigmas de Emprendimiento,



EMPRENDEDOR/A: FRACASA RÁPIDO PERO, SOBRE TODO, FRACASA BARATO. 


En el mundo del emprendimiento se está valorando cada día más la actitud de comenzar la actividad cuanto antes. No se trata ya de actuar sin pensar ni reflexionar, ni mucho menos, sino de comenzar con la "acción" en el menor período de tiempo posible. 

Es lo que se ha dado en llamar validación inmediata. Comprobar por contraste con la realidad, léase el mercado y los clientes, si el producto/servicio que hemos pergeñado tiene verdadera viabilidad económica y, sobre todo, financiera.

Se trataría en definitiva, de rehuir moderadamente de complejos y alambicados "planes de negocios" para ponernos "manos a la obra" cuanto antes. Actuar antes de tener todo definido. Preparar un poco, actuar y mejorar después. Siempre que se pueda, claro.

Y si no sale bien, ya habrá tiempo de pivotar. Siempre que se sepa descubrir cuál es el momento adecuado, por supuesto. La historia empresarial está llena de geniales pivotes y abarrotada hasta romper las costuras de pivotes desastrosos.

Todo lo anterior se condensa en la ya manida frase de "Fracasa rápido, pero sobre todo fracasa barato."

No quiero que este comienzo se pueda entender como un llamamiento al pesimismo. Antes bien, al contrario, considero que la primera virtud que ha de tener un emprendedor es el optimismo. Bueno, el emprendedor y casi todo el mundo, en la aciaga recesión (¡qué manía con llamarla "crisis""!) con la que nos ha tocado lidiar. 

A este respecto es bien conocida la particularidad de que el principal criterio de selección de astronautas que rige en la NASA, aparte de tener 5 carreras, 4 Master por el MIT o por Stanford (preferiblemente), ser piloto de la Fuerza Aérea con el grado de Coronel, disfrutar de un envidiable estado físico y mental, amén de otras minucias, es SER OPTIMISTA. 

Es impensable surcar los espacios estelares con una actitud pesimista, como lo es surcar los procelosos océanos del mundo económico y empresarial con idéntica actitud. Optimista y Positivx, por tanto. E Imaginativx. Y Creativx. E Innovador/a. Y Paciente, muy Paciente. 

Vaya..... está bien esto de ser Emprendedor. Al alcance de todxs, como vemos.......

Volviendo al título del post, definía un concepto original de Tom Peters, autor de la mítica obra "En busca de la Excelencia" y legendario gurú empresarial que irrumpió en la escena del "Management" allá por los últimos ´80. Una época, al parecer periclitada, en la que el mundo era más simple y (sorpresa) al empresario se le llamaba..... empresario. 

Un concepto muy parecido al expresado en la imagen siguiente por el también admirado Steve Jobs.



Se trata, en definitiva de no alargar en exceso el proceso de "despegue" del proyecto emprendedor. Se trata de disponer de muy rápidos reflejos para poder rectificar el rumbo, pivotar e incluso, y en el peor de los casos, abandonar el proyecto o la idea; pero hacerlo cuando aún no nos haya hecho un "roto" irreparable en nuestra estructura financiera o en la de nuestros "financiadores". 

Y ello cobra mayor y especial importancia en un país como España, en el que haber "fracasado" en una iniciativa emprendedora deja "estigmatizadx" casi de por vida al/a la intrépidx "argonauta" que se haya atrevido con su particular viaje a Ítaca. 

Cosa totalmente contraria a lo que ocurre en el mundo empresarial anglosajón, especialmente en el estadounidense, donde casi que se intenta subrayar en el curriculum la cantidad de veces que se ha fracasado en iniciativas empresariales.

Quizá porque allí nos llevan varios años de ventaja y tienen mucho más claro eso de que "Unas veces se gana y otras veces se aprende". 

Con todo ello, llegamos a la adecuación actualizada, mejorada y ampliada del inicial concepto de Tom Peters: la filosofía o método Lean Startup. 

Gracias a la aplicación de este enfoque lo que el/la emprendedor/a logra, básicamente, es acortar los ciclos de desarrollo del producto/servicio a lanzar al mercado, mediante la validación o "aprendizaje validado", a través de una permanente retroalimentación de flujos de información contrastable directamente con el cliente final. 

Esto elimina la necesidad de grandes volúmenes de financiación inicial y, no menos importante, los altos gastos de lanzamiento del poducto/servicio.

Buscando eliminar prácticas ineficientes y focalizando todas las actuaciones en el aumento de valor del producto/servicio durante la fase de desarrollo, se elimina la tradicional necesidad de un "Business Plan" prolijamente elaborado y detallado o la imperiosa búsqueda del "Producto/Servicio Perfecto" antes de lanzarse al mercado. 

A cambio del "Producto/Servicio Perfecto", se prefiere lanzar e iniciar el proyecto emprendedor con un "Producto/Servicio Mínimo Viable" (aún no finalizado en su proyecto inicial) para ir mejorándolo conforme la validación con el cliente va ajustándolo a sus necesidades concretas y, sobre todo, reales. 

Una opción tremendamente recomendable en tiempos de permanentes y, en ocasiones, radicales cambios. 

Recomiendo la lectura de "The Lean Startup: How Today's Entrepreneurs Use Continuous Innovation to Create Radically Successful Businesses" de Eric Ries, padre del concepto filosófico "Lean Startup".

Y, por supuesto, para los más jóvenes o para los que creen que la ciencia económica y del management nació anteayer por la tarde, también recomiendo la ya referenciada "En busca de la Excelencia" (muchos de cuyos principios siguen perfectamente vigentes), del reputado Tom Peters.

¡Ah!.....Por cierto, ante una ronda con inversores y/o "business angels" ¿prefieres llegar con un Producto/Servicio "Perfecto", bien fundamentado en un prolijo y profuso Business Plan, o con un Producto/Servicio basado en la filosofía "Lean Startups"

¿Será necesario también, dentro del fomento de la actividad emprendedora, procurar formación adicional para los inversores?

Ya otro día, si eso, hablaremos de la irrupción en el lenguaje económico (invadiendo ya incluso el cotidiano) del término y el concepto "emprendedor".